Patita y Mila, estudiantes es la última novela que publica la autora en vida, pues fue publicada en 1951 y Elena Fortún falleció en mayo de 1952 tras una larga enfermedad. En esta novela juvenil, dedicada especialmente a los adolescentes o como -diría ella- a los que andan por la edad del pavo, está protagonizada por Mila ( María Fuencisla) y Patita ( Teresina) las hermanas pequeñas de Celia, la niña curiosa y preguntona que dio a conocer en los años 30 en sus primeras publicaciones. Celia ya ha crecido, está casada y es madre de un niño, sus historietas ya no interesarían a los niños ( según la autora), entonces continúa la saga de la familia Gálvez , pero con las hermanas de 11 y 15 años.
Mila, de 11 años, es la narradora de las aventuras que corre ella y su hermana de 15, por la ciudad barcelonesa allá por los años 50. Las dos hermanas están bajo el cuidado de la institutriz inglesa miss Nelly, una señora de mediana edad un tanto peculiar. También viven con la criada Valeriana, una señora de pueblo, trabajadora y que ejerce un poco de figura materna de las niñas, porque la madre murió en el nacimiento de Mila, la pequeña de las tres hermanas. (Celia , madrecita 1939). Como en todas las novelas de la autora, aparecen capítulos breves donde en cada uno de ellos se muestra un problema al lector y acaban con una solución buena o mala, eso ya depende de los tejemanejes de la autora. Algunos capítulos tienen el humor característico de Fortún, diálogos teatrales y situaciones absurdas donde pone en ridículo a algunos de sus personajes, tanto adultos como a las jóvenes Mila y Patita. Otros, en cambio, son más sentimentales, donde muestra el lado más humano y tierno de cada uno de las jóvenes.
Lo interesante de leer a Elena Fortún es ver cómo refleja la sociedad de aquellos años, como por ejemplo: el vocabulario utilizado de las gentes más humildes, de las gentes de pueblo, los quehaceres habituales de la gente pudiente y de aquella época en concreto( años 50 en Barcelona). También refleja experiencias propias y vivencias suyas en todas sus novelas, y en esta se ve su experiencia trabajando en Buenos Aires como bibliotecaria, cuando Patita hace unas prácticas allí rellenando el catálogo de libros.
Fotografía del capítulo "Navidad"
Para mí uno de los capítulos más graciosos del libro es el de Navidad. Miss Nelly, la institutriz inglesa que cuidad de las niñas, tiene un prima sueca que ha ido a Barcelona a visitarlas. Esta mujer no sabe hablar ni inglés ni español y no hay manera de entenderse. Miss Jonson, la prima sueca, es una señora muy extravagante, aunque miss Nelly no se queda corta tampoco. En la casa solamente están Valeriana, la criada; mis Nelly, Patita y Mila, y la prima sueca que ha ido de visita. No hay hombres en la casa y miss Nelly se siente desprotegida.
Voy a dejar un fragmento de los diálogos que aparecen en el capítulo de Navidad:
La risa de miss Jonson se oye desde la calle , lo que tiene desesperada a miss Nelly.
-¡Oh, qué risa imprudente! Todo el mundo sabe que estamos solas... No hay hombre en la casa...
-¿Qué importa? ( dice Mila)
-¿A usted no importa? ¡Si vienen a robar!...
-¡En esta noche van a venir a robar!
-¡Oh, cualquier noche!... Hable fuerte, por favor...
Todo es para que crean que hay hombres en casa, y por eso miss Nelly prueba a hablar con voz ronca, como si fuera un hombre...
-¿Yo paresco un hombre de verdad?
-No... yo creo que no.
-A ver..., ustedes.
Patita y yo nos ponemos a hablar con voz ronca...
Miss Jonson nos mira sonriendo y extrañada, sin comprender... Hasta que dice sí con la cabeza, porque ha entendido que es una costumbre española para estas fiestas de Navidad, y es ella la que nos suelta un discurso en sueco, poniendo una voz terrible...
Como no nos oía nadie con las ventanas cerradas, miss Nelly abrió una rendijita y llevó allí a su prima para que la oyeran desde la calle.
¿Qué estará diciendo? Todos los párrafos los acaba con grandes risas, y entonces es como una gallina que cacarea.
-¡Huy, si se ríe como una mujer, no como un hombre!
-No importa... Es que nosotros nos reímos de lo que dise un señor...
-¡Vaya una chifladura! - dice Valeriana-. Esta otra inglesa está entoavía peor que la nuestra.
...
Elena Fortún, tras regresar de Buenos Aires, decidió que no quería continuar su vida en Madrid, de donde ella era, porque es una ciudad que le trae malos recuerdos. La autora, ya viuda y casi sin familia, se muda a una de las habitaciones que alquilaban dos hermanas solteras en la calle Lauria de Barcelona. En esa habitación, volverá a su más tierna infancia, pues se acuerda de cuando ella era pequeña y de su madre, y de las comidas de cuando era niña... Además, la decorará a su gusto y se sentirá en ella muy cómoda y acogida, lo que le ayudará a sobrellevar la tristeza debido a su vuelta traumática a España, el suicidio de su marido y a su sentimiento de culpabilidad y soledad. Durante esa estancia mantendrá correspondencia epistolar con su amiga argentina Inés Field, con la escritora Carmen Laforet y con una adolescente Esther Tusquets, que más adelante también se dedicaría a la literatura.
Elena Fortún en Argentina
De Corazón y alma , epistolario de Elena Fortún y Carmen Laforet
Elena Fortún de más de 60 años y delicada de salud desde muy joven, con un profundo sentimiento de dolor por todo el sufrimiento que ha tenido que pasar a lo largo de su vida, se encuentra agotada y cada día peor de salud. Al ver que ya no podía aguantar más, sus conocidas deciden ingresarla en un sanatorio de Barcelona para hacerle varias pruebas y dar con lo que tiene. Elena Fortún estaba enferma de cáncer de pulmón y, al parecer , los médicos no daban con el resultado. De prueba en prueba y dolores y sufrimientos innecesarios, en las últimas cartas que envía a sus amigas se ve una mujer frágil, con miedo y con una tristeza profunda. Son cartas con una gran componente emocional, muy bonitas, pero dolorosísimas. En esas cartas, además se puede ver a una Encarnación Aragoneses arrepentida por - según ella- haber sido mala y egoísta, por haberse emancipado de su condición de esposa , ama de casa y madre, y visto desde fuera es durísimo de asimilar cómo una mujer como ella puede decir todo aquello de sí misma.
Barcelona, 16 de enero de 1952
Me preguntas si quiero curarme. La verdad es que ya no quiero vivir más, pero tampoco quiero sufrir de esta manera. ( le escribe a Carmen Laforet en una de sus múltiples cartas)
Al ver que ya le queda muy poco tiempo de vida, deciden trasladarla a una clínica de Madrid donde finalmente acaba muriendo el 8 de mayo de 1952 a la edad de 65 años.
Amigas y conocidas de Encarnación Aragoneses/ Elena Fortún, como Fernanda Monasterio, doctora; Carolina Regidor, enfermera y amiga de la familia desde niña; Matilde Ras, grafóloga con la que tuvo una relación íntima años anteriores al exilio; Carmen Laforet, joven escritora con la que compartió cartas preciosas en dicho epistolario ya citado; María Baeza Martos y Mercedes Hernández, amigas de toda la vida, entre muchas otras personas que querían a aquella mujer, se despidieron de ella para siempre. Años después de su fallecimiento, homenajearon a la autora con un monumento dedicado a su figura como escritora de literatura infantil, en el Parque del Oeste de Madrid.
La última carta que le envía a Inés Field es muy emocionante. Dice así:
1 de abril de 1952
Te mando muchos besos. Tu...
Cuídate bien, Inés. Ya no tenemos más salud que la que podemos conservar. No creas que decir esto es bondad; es que no quisiera que te pasara por falta de experiencia.
Adiós, Inesita querida. Reza por mí, reza siempre para que no dejemos de estar acompañadas.
La carta está incompleta, se traba con las palabras y no se le entiende muy bien; ha perdido facultades y le cuesta expresarse.
Así acaba la vida de una maravillosa persona motivada siempre por ayudar a los demás, a dar lo mejor de ella en todo lo que hacía; una mujer que a pesar de las dificultades de su tiempo para lograr perseguir su sueño de ser escritora logró realizarlo con creces y con esfuerzo. Ha alcanzado ser la autora del género infantil más querida en nuestro país desde sus comienzos ( 1928) hasta hoy en día, que todavía se siguen leyendo y recomendando sus libros. Porque Elena Fortún, escribía algo que no todo el mundo sabe hacer con tanta gracia e ingenio: la vida misma que, a través de los ojos nuevos del niño, es admirada y a la vez incomprendida por el mundo aburrido y cínico de los adultos.
Un final muy duro y difícil de aceptar para los que la quisieron tanto.
Referencias bibliográficas:
Laforet,C.,& Fortún,E (2017) De corazón y alma. Santander Fundación.
Fortún, E ( 1939) Celia, madrecita. Editorial Renacimiento.
Fortún, E ( 1951) Patita y Mila, estudiantes. Editorial Renacimiento.
Fortún, E (2020) Mujer doliente. Editorial Renacimiento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario