domingo, 27 de abril de 2025

Poesía para la vida.

 El pasado día 23 fue el día del libro. A mí  me pilló trabajando y no pude celebrarlo acudiendo a una librería y a una floristería a por una rosa, como sí hacen nuestros vecinos catalanes. Días más tarde, me he propuesto volver al blog para compartir con vosotros algunos versos como regalo.

 La poesía no está tan presente en nuestro día a día como sí lo están las novelas. Quizá porque no está dirigida única y exclusivamente para entretener, como sí que es el caso de algunos libros de ficción, sobre todo los más comerciales.El género lírico es muy personal y posiblemente cada uno de nosotros al leer un poema podemos interpretarlo según nuestro lado más egocéntrico.

 Desde mi modo de ver, en muchos casos también es una ayuda a la hora de  aliviar un corazón roto, o a la hora de encontrar una solución a un dilema, o por el contrario, puede llegar a  fomentar  emociones y sentimientos de gozo y placer, como cuando estamos enamorados.

 Y es por ello que, aunque no sea experta en ello, considero que hay poemas no tan reconocidos que son de una gran profundidad y de una gran carga emotiva que me encantaría que conocierais y los apliquéis a vuestra realidad. 

 

  

Lo que vale una vida

Estoy en esa edad en la que un hombre quiere, 

por encima de todo, ser feliz, cada día.

Y al júbilo prefiere la callada alegría

y a la pasión que mata, la renuncia que hiere.

Vivir entre las cosas,mientras que el tiempo pasa

-cada vez menos tiempo para las mismas cosas-

y elegir las que valen una vida: las rosas 

y los libros de versos, y el viaje y la casa.

Hasta ahora he vivido perdido en el mañana

-seré, seré, decía-o en el pasado-he sido

o pude ser, pensaba- y el mundo se me iba.

Ahora estoy en la edad en la que una ventana

es cualquier aventura, y un regalo el olvido.

Ya no quiero más luz que tu luz mientras viva.

(Rafael Juárez)


 

Este poema me emociona especialmente porque, según mi modo de ver, nos habla de la fugacidad de la vida y del paso del tiempo. Así como de la cantidad de horas, y sobre todo de momentos que perdemos preopcupados en el pasado o en el futuro. Dado que vivimos en la sociedad occidental caracterizada por el consumismo del tiempo -y hasta de la belleza-, nos hemos olvidado de lo esencial, aunque todavía conservamos momentos de lucidez en los que nos damos cuenta y decidimos parar y reconocer lo que realmente vale una vida: el amor. El amor a la vida, al otro, al vecino, al compañero, a la familia, a los amigos, a los enemigos ( aunque esto es más complicado) a los demás seres que habitan en el mundo, a la naturaleza... y al arte.Yo lo tengo claro y espero que tú, que me estás leyendo, también llegues a sacar tus propias conclusiones.

 Desde pequeños nos meten en la cabeza que la vida es una competición y que hay que conseguir todos nuestros "sueños" porque si no eres un fracasado y tu vida no vale nada. Pero lo que no te dicen es que todo es mucho más sencillo y bello de lo que parece, lo que pasa es que algunos  se están encargando de que la vida se convierta en un puro valle de lágrimas y sangre, mientras ellos se bañan entre oro.

¿Qué se puede hacer al respecto? Luchar por la verdad, la justicia, la belleza y el amor mediante pequeñas acciones y el ejemplo, aunque somos frágiles y nos equivocamos a diario. Dejando un mejor legado a nuestros hijos y a los siguientes que vendrán. Quizá nosotros no lleguemos a ver el cambio de paradigma, pero tenemos que hacerlo por ellos, por los demás y por todos. Como veis la poesía también nos puede enseñar, motivar e impulsar a ello. Porque, al fin de cuentas, es la música del alma y eso nadie nos lo podrá arrebatar jamás. 



 Espero que os haya calado su lectura. 

Gracias por leer y por quedaros.

 

 

Referencias bibliográficas: 

Ansón, L.M.(2020).Antología de las mejores poesías de amor en lengua castellana:La esfera de los libros

 

 

 

 


miércoles, 16 de abril de 2025

Contigo aprendí, Mari Carmen Díez Navarro

 Conociendo a una maestra de maestras

Hace unas semanas me enteré de que una de mis maestras y escritoras favoritas, Mª Carmen Díez Navarro,  iba a presentar su nuevo libro, titulado Contigo aprendí,  y la verdad es que tenía muchísimas ganas de ir a verla en persona y escucharla. Así pudo ser y, además de comprarle el libro, me lo dedicó con mucho cariño y conversamos un poquito sobre la educación infantil actual. Fue una tarde de lunes muy emocionante por muchas razones: el ambiente estuvo muy bien, en una librería cafetería de mi ciudad y con unos acompañantes muy agradables y comprometidos con la causa.Ojalá poder asistir a más eventos como este.

Mª Carmen Díez, es una maestra de educación infantil y psicopedagoga alicantina muy apreciada por el gremio y valorada merecidamente debido a su quehacer educativo en la escuela Aire Libre, así como en sus publicaciones y conferencias sobre pedagogía, educación y crianza. Yo la conocí de casualidad leyendo un libro de educación de las maestras Abelleira Bardanca: Los hilos de infantil, también recomendable. Leí su prólogo y busqué en internet su nombre, y a raíz de ahí, de vez en cuando he buscado libros suyos y charlas que están subidas en youtube.

En este libro encontramos un compendio de artículos escritos a modo de diario de una maestra, escritos con mucha belleza pero a su vez con sencillez sobre sus experiencias con los pequeños a lo largo de sus años de oficio, su relación con las familias, otros docentes y el resto de la comunidad educativa. 

 

 Ir a la escuela con ganas de que la maestra te mire el pelo recién cortado o las zapatillas nuevas, dice mucho de una relación estrecha, tierna y agradable. ( Díez Navarro, 2025)

 

En él nos da a entender que los maestros de esta etapa educativa somos unos acompañantes en el proceso de crecimiento y desarrollo de los niños/as. Y que hemos de guiar su aprendizaje teniendo en cuenta "el piso de abajo". Es decir, su mirada y su manera de entender y vivir en el mundo. A veces, debido a la burocracia y al ritmo frenético de vida nos olvidamos de lo esencial y esto también repercute en la crianza y educación de nuestros niños. 

Desde que son bien pequeños, pretendemos que comiencen cuanto antes a hablar, a caminar, a saber idiomas, tecnología... y nos olvidamos de la verdadera necesidad y derecho del niño pequeño que es jugar. Un niño que no juega es un síntoma de que algo no está yendo bien. 

Asimismo,considero que la sociedad nos impulsa a retrasar la maternidad y paternidad, nos dice que primero hemos de disfrutar, y cuando llegan los niños, algunos todavía se quejan de que no tienen tiempo para ellos/as. Quizá deberíamos plantearnos qué es lo que realmente queremos para nuestra vida, la de los otros y la de los niños, sean nuestros o no. Yo quiero que haya familias, quiero que disfruten de su tiempo juntos y unidos, quiero que los niños sean más libres y les dejen jugar en casa y en la escuela, y quiero que se sientan queridos, aunque a veces les regañemos sobrepasados por el estrés que conlleva tener una vida tan acelerada como la nuestra.

 


 
              Sus palabras de aliento me animaron a seguir por este camino 

 Ha sido muy emocionante poder conocer en persona a esta maestra y poder compartir, aunque sea un ratito, nuestras miradas y formas de ver la educación de los más pequeños; sobre el impacto de las nuevas tecnologías en las relaciones personales y en los niños;  sobre la importancia del juego  libre y espontáneo ,y los cuentos sin florituras. Esta es la sencilla razón de la entrada de hoy; compartir mi visión de su libro y daros a conocer a una referente de la educación infantil de la buena, y no de lo que a día de hoy ( y por desgracia) abunda en el ambiente mercantilista. 

Hemos de buscar la oreja verde en nosotros mismos, así como también la de Gianni Rodari y hacer escuela. 

 

Gracias por leer. 



Referencias bibliográficas: 

 Díez, Navarro, M.C. ( 2025). Contigo aprendí: Ediciones la torre


miércoles, 9 de abril de 2025

En recuerdo de Lilo.

 Hola, bienvenidos de nuevo a mi blog. Como habéis visto en el título, en esta entrada simplemente quiero escribir acerca de mi mascota que falleció el 30 de marzo de este año, tras 10 días de visitas al veterinario y tratamientos.

La excusa de este escrito es para hacerle un sencillo homenaje, así como también poder desahogar la pena y responsabilidad que tengo. 

                                                        

Lilo llegó a casa el 13 de septiembre de 2020, tras un año raro y malo para muchos, con la alegría y la ilusión del principio cuando llega un nuevo miembro a casa, sea un bebé humano, o un animal al que cuidar. Tenía dos meses y era una monada, aunque para mí lo siguió siendo hasta que se fue. 

Recuerdo que me la dieron y la podías coger con una manita. Tenía los ojos redondos y negros, un hocico muy gracioso, las orejitas como un pequeño oso, y el pelo corto, liso y marrón con partes vainilla. Además estos animales se comunican haciendo unos ruiditos súper graciosos.

 

Las cobayas son animales presa y, por tanto, son muy asustadizas y necesitan refugiarse. Pero en cuanto cogen confianza, al menos la mía, son muy cariñosas y les gusta los mimos, como caricias por mi parte y lametones ( besitos) suyos como respuesta. 

Es importante decir que son animales que requieren atención, no solo para interactuar con ellas, sino también para saber si están bien o enfermas, porque ellas pasan de un buen estado a estar graves en poco tiempo. Si vemos que pierden el apetito, tenemos un síntoma importante para acudir al veterinario de exóticos. No lo dejéis pasar.

También decir que son animales que a pesar de tener una jaula o recinto en el cual habitan, han de salir de ahí un rato todos los días bajo nuestra supervisión para que hagan ejercicio físico y se diviertan curioseando.

 
Después de casi cinco años con ella, no me olvidaré de lo mucho que se les puede llegar a querer a nuestros animales de compañía. A veces nos damos cuenta tarde, como creo que ha sido mi caso. He de confesar que a pesar de la preocupación por su estado de salud ( murió de un tumor o nódulo en los pulmones), disfruté cuidando de ella, dándole sus medicinas y acariciándola y abrazándola como nunca antes. 


Espero que en un futuro podamos volver a encontrarnos. 
Te quiero Lilo y no te olvido. 
 


Animación lectora I : Antonia Rodenas, maestra y cuentista.

 Animación lectora para maestras y niños de infantil En la entrada de hoy vengo con tres libros escritos por la maestra de infantil, ya jubi...